Nuevo estudio del IBC ayuda a comprender la dinámica de la deforestación en comunidades nativas

Nuevo estudio del IBC ayuda a comprender la dinámica de la deforestación en comunidades nativas

Lima, 22 de junio.– Una investigación realizada por el Instituto del Bien Común – IBC, con apoyo de la cooperación alemana para el  desarrollo implementada por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH en el marco del proyecto ProTierras Comunales, busca aportar a la mitigación del cambio climático con un novedoso análisis integral de la compleja dinámica de la deforestación en territorios de comunidades nativas de la Amazonía peruana.  Para esto, analiza factores demográficos, históricos, culturales y económicos asociados a la deforestación ocurrida en estos territorios entre los años 2001 y 2015.

“Las comunidades nativas no son áreas protegidas sin intervención humana, por lo que la deforestación que ocurre dentro de sus territorios debe ser entendida en este contexto”, aclara el estudio. Conforme a los derechos que les asisten, las comunidades establecen pequeños asentamientos humanos y desarrollan actividades agropecuarias como parte de su economía tradicional. Las 1351 comunidades nativas actualmente tituladas están habitadas por una gran parte de los 420,000 indígenas amazónicos del Perú, sobre 12.3 millones de ha demarcadas.

“Con excepciones, los territorios indígenas destacan por su manejo sostenible del bosque y comparativamente bajos niveles de deforestación. Sin embargo, las crecientes presiones externas e internas sobre los territorios indígenas conducen a la pérdida de bosque, por lo que conocer en profundidad los factores que influencian esta dinámica de deforestación es clave para poder hacerle frente”, explica Sandra Ríos, coautora del estudio. “No es posible señalar un factor único que permita explicar la deforestación en territorios de comunidades nativas, por lo cual es importante analizar la historia y el contexto de cada pueblo indígena y cada comunidad nativa para entender su situación particular”, añade.

En esta línea, el estudio se concentra en las diez comunidades nativas que presentan la menor y la mayor deforestación. Entre estas últimas, reciben una atención especial los casos de las comunidades awajún en San Martín, kakataibo en Ucayali y Huánuco, y harakmbut en Madre de Dios.

Las  1351 comunidades nativas tituladas albergaban, al año 2000, el 19% del bosque amazónico del Perú (casi 13.4 millones de ha), pero entre 2001 y 2015 se dio en estos territorios una pérdida de 334,000 ha de bosque, equivalente al 17% de la deforestación ocurrida en toda la Amazonía peruana. Buscando comprender las dinámicas asociadas a la deforestación registrada en estos territorios, el estudio realiza un análisis contextualizado de la información que arrojan las imágenes satelitales y lo complementa con verificación en campo e información social y económica secundaria.

El análisis por regiones denota una desigual distribución de la deforestación dentro de comunidades nativas tituladas. San Martín registra una pérdida del 20% del bosque en comunidades tituladas, en tanto que las otras regiones reportan pérdida de bosque menor al 8%.

A pesar de las presiones internas y externas, la gran mayoría de las comunidades ha logrado mantener su bosque en los 15 años analizados. Así, en el 89% de los casos perdieron menos de 500 ha, y menos de 100 ha en el 45% de los casos. Solo dos de las 1351 comunidades nativas tituladas registran una pérdida de cobertura boscosa mayor a 5000 ha: Huascayacu con más de 7 mil ha y Shimpiyacu con más de 6 mil ha. Ambas son del pueblo awajún y están ubicadas en la zona del Alto Mayo, departamento de San Martín.

Se observa que la elevada deforestación está mayormente relacionada con circunstancias especiales, como la minería de oro en comunidades del pueblo harakmbut en Madre de Dios, la expansión de cultivos con alta demanda, como café, arroz y cacao en comunidades awajún de la zona del Alto Mayo, en San Martín, y la acción de múltiples presiones externas a los territorios de las comunidades kakataibo, en Ucayali y Huánuco.  

“El análisis espacial y temporal permite observar que las comunidades nativas que enfrentan presiones por expansión de tierras en sus fronteras actúan como barreras al avance de la deforestación desde áreas colindante a sus territorios. Pero lo preocupante es que esta situación es cada vez más difícil de sostener para las comunidades nativas, ya que esta barrera se ve debilitada por el aumento de las presiones y amenazas, a lo que se suma la ausencia de políticas y estrategias que funcionen en el campo”, explica Ríos.

La relevancia del factor densidad poblacional (hectáreas disponibles por familia o persona) queda confirmada: todas las comunidades que presentan una deforestación mayor al 5% de su área demarcada tienen menos de 10 ha disponibles por habitante. “Debido al reducido tamaño del área de muchas comunidades nativas –claramente menor que los territorios indígenas de otros países amazónicos–, los comuneros complementan su economía, basada en agricultura y pesca de subsistencia y extracción de recursos del bosque, con la extracción de madera, sobre todo para cubrir gastos de educación y salud”, explica Ermeto Tuesta, coautor del estudio.

Si bien el acceso a áreas boscosas por carretera tiene un vínculo estrecho con la deforestación o la favorece, el estudio revela que esta variable no es determinante para áreas boscosas de comunidades nativas. Se ha identificado comunidades nativas donde la deforestación es mínima, a pesar de tener acceso a algún tipo de vía, e incluso cuando esta llega hasta el centro poblado de la comunidad. La real influencia de esta variable se presenta cuando la deforestación ya está presente en el entorno del territorio comunal.

El factor cultural tampoco es determinante, según otro importante hallazgo, ya que comunidades nativas de los mismos pueblos indígenas figuran entre las de mayor y las de menor deforestación, tal es el caso del pueblo awajún, en San Martín y Amazonas, y del pueblo kakataibo, en Ucayali y Huánuco.

Un elemento que aparece en el estudio de manera transversal, y que según sus autores merecerá una investigación específica, es el de ilegalidad y la informalidad presentes en la Amazonía, que abarca desde la minería ilegal, los cultivos ilícitos, así como la tala ilegal. Todas estas actividades  ejercen una creciente presión sobre los territorios de las comunidades nativas y sus bosques.

Para más información, contactar a Maria Rosa Montes:

[email protected]   Cel. 992780172

Puede descargar el estudio siguiendo los siguientes links:

Biblioteca virtual GIZ: https://cooperacionalemana.pe/Biblioteca/index/0/12