Graves amenazas sobre los PIACI demandan la respuesta inmediata y concertada del Estado

Foto, Heinz Plenge

Foto, Heinz Plenge

Los pueblos indígenas en situación de aislamiento y contacto inicial (PIACI) enfrentan crecientes amenazas a su existencia debido al avance desenfrenado de las actividades extractivas —legales e ilegales— sobre sus territorios ancestrales, mientras el Estado peruano incumple su rol de garante y protector de sus derechos fundamentales, advierten los autores del libro Invisibles, vulnerables y amenazados, publicado por el Instituto del Bien Común – IBC.

“La categorización de reservas indígenas, por sí sola, no garantiza la protección de los PIACI. Se requieren medidas integrales, mayor presupuesto, capacidad de monitoreo y firme voluntad política. Ello implica la coordinación y trabajo integral entre las instituciones del Estado integrantes del régimen transectorial de protección de los PIACI, tanto a nivel nacional como regional”, señala Pedro Tipula, investigador del IBC. 

“La rápida expansión de las presiones extractivas y las actividades ilegales dentro de o alrededores de las reservas indígenas está generando un escenario de alto riesgo para la existencia de los PIACI, vulnerando sus derechos y modos de vida”, advierte Tipula. Entre las principales amenazas señala la extracción de hidrocarburos, madera y minerales, sumadas a la tala y minería ilegal, el narcotráfico y el tráfico de tierras. 

Falta de coherencia en el Estado

En contradicción con su obligación de proteger a los PIACI, el propio Estado viene promoviendo infraestructura vial, lotes petroleros y concesiones madereras, que representan una amenaza directa a la vida y cultura de los PIACI, poblaciones altamente vulnerables al contacto, que dependen exclusivamente de los recursos del territorio para sobre vivir.

Así, el proyecto de construcción IIRSA Centro -que busca la integración vial y comercial con Brasil- afectaría directamente a la Reserva Indígena Isconahua, el área de la Solicitud de Reserva Indígena Tamaya Abujao. 

De otro lado, se han superpuesto lotes petroleros sobre las reservas indígenas Murunahua, Sierra del Divisor Occidental y Yavarí Tapiche .

Más grave aún, el Gobierno Regional de Loreto otorgó 47 concesiones superpuestas a las Reservas Indígenas Yavarí Tapiche y Yavarí Mirim, áreas habitadas por pueblos en aislamiento de las etnias Matsés, Remo (Isconahua) y Marubo, contraviniendo la Ley Forestal N.º 29763, la cual prohíbe otorgar derechos de aprovechamiento en territorios donde se presume la existencia de PIACI. 

Economías ilegales: un peligro creciente
Es alarmante el avance del narcotráfico, la tala ilegal y el cultivo de coca sobre territorios PIACI en Ucayali, Loreto, Amazonas y Madre de Dios. Así, la Reserva Indígena Kakataibo Norte y Sur ha perdido más de 1,500 hectáreas de bosque por cultivos ilegales entre 2021 y 2023. Devida reporta en dicha reserva un incremento del 144 % del cultivo de coca en solo dos años, en tanto que sobrevuelos de AIDESEP y el MINCU documentan la presencia de vías y pistas clandestinas.

Contribuyendo a la reflexión

Coincidiendo con la 23.a sesión del Foro Permanente sobre Cuestiones indígenas de la ONU, que aborda la preocupante situación de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial (PIACI), y con el ánimo de profundizar en la reflexión y señalar posibles herramientas y estrategias de protección, hacemos referencia al libro Invisibles, Vulnerables y Amenazados.  Contribuyen artículos Beatriz Huertas, Klaus Rummenhöller, Miguel Macedo, Nancy Portugal, Miluska Carhuavilca, Fiorella Puga, Pedro Tipula, Sandra Ríos, María Rosa Montes, Zuley Cáceres.

 

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