Comunidades nativas del valle Pichis beneficiadas con el reconocimiento de los planes del buen vivir

Planes de Vida_

Las comunidades nativas asháninkas ubicadas en el Valle del Pichis en Puerto Bermúdez – Oxapampa, están más cerca a ver plasmada en la realidad su visión de futuro y sus prioridades para los próximos 5 a 10 años, gracias a la Ordenanza Municipal emitida recientemente por la Municipalidad Distrital de Puerto Bermúdez, que reconoce a los Planes del Buen Vivir como herramientas de planificación colectiva para la gobernanza local del territorio. Estos planes incluso están siendo tomados en cuenta en la actualización del Plan de Desarrollo Concertado Local y en el proceso del presupuesto participativo del municipio.

Las comunidades nativas asháninkas de San Juan de Dios, Santa Isabel de Neguache, San Juan de Chivis y Nevati vienen elaborando sus Planes del Buen Vivir en el presente año, con apoyo del Instituto del Bien Común (IBC). El Instituto también viene dando acompañamiento a la implementación de estos instrumentos para que participen en el Presupuesto Participativo de la Municipalidad distrital de Puerto Bermúdez, para lo cual viene trabajando en estrecha colaboración con los jefes de las comunidades nativas.

Entre los primeros logros de este proceso figuran la asignación de prioridad por parte de la municipalidad a proyectos que benefician a las comunidades nativas de la cuenca del Río Neguache, como la crianza de peces tropicales y el mejoramiento de la producción del achiote. Asimismo, se logró la inclusión de varias comunidades en un proyecto de reforestación ejecutado por la municipalidad, con el financiamiento de DEVIDA.

Otras comunidades de la cuenca del Pichis vienen desarrollando sus planes de vida gracias a la acción coordinada del Ministerio de Cultura, el Comité de Gestión del Bosque de Protección San Matías San Carlos (BPSMSC)-SERNANP, The Field Museum, la Gerencia de Pueblos Originarios, la Asociación de Nacionalidades Asháninka del Valle Pichis (ANAP) y el IBC.
Se busca que los planes del buen vivir sean ampliamente tomados en cuenta por los diferentes instrumentos de gobernanza local y regional y que sean considerados en la asignación de presupuesto por la administración distrital o regional, ya que contribuyen a plasmar la visión de futuro de las comunidades conforme a sus prioridades, introduciendo de esta manera el enfoque de abajo hacia arriba en la gestión del territorio.