- El proyecto Humedales Amazónicos presentó por primera vez en Iquitos, Loreto, los resultados del taller regional realizado en Brasilia.
- Urge la necesidad de articular estrategias para la gestión y conservación de los humedales entre el Estado, la academia y sociedad civil para enfrentar los efectos del cambio climático y otras presiones.
Este año, la Convención sobre Humedales – más conocida como RAMSAR-, instó a los países del mundo a resaltar el papel fundamental que desempeñan los humedales para preservar la salud y el bienestar humano. En un contexto tan desafiante como el cambio climático donde, además, se registra una alta vulnerabilidad en zonas por acciones humanas como la deforestación, cambio de uso de suelo, contaminación entre otras presiones, los riesgos sobre humedales son latentes, sobre todo los que se ubican en países amazónicos.
Con la finalidad de socializar los resultados obtenidos en el encuentro regional realizado en marzo en Brasilia, el proyecto “Mapeo y diseño de un enfoque de conservación y gestión para los humedales amazónicos”, organizó un taller nacional en la ciudad de Iquitos, los días 2 y 3 de mayo, con la participación de representantes de gobierno central, gobiernos locales, academia, comités de vigilancia de pesca, federaciones indígenas y ONG vinculados al tema de humedales. Dicho taller incluyó una visita para conocer algunos humedales ubicados alrededor de la ciudad de Iquitos.
“Queremos compartir enfoques y construir nuevas rutas para conservar los humedales peruanos, porque son ecosistemas únicos que proporcionan bienestar a las poblaciones locales”, resaltó Ana Rosa Sáenz, coordinadora del programa Putumayo Amazonas de la oficina de Loreto del IBC.
Por su parte, Sandra Ríos, coordinadora del área de Monitoreo de los bienes comunes del Instituto del Bien Común (IBC) destacó la importancia de la participación de expertos nacionales. “La metodología de mapeo y monitoreo que queremos compartir es una propuesta del proyecto, liderada por las redes Mapbiomas y RAISG, la que está siendo construida con los aportes de los expertos locales en cada uno de los países amazónicos”.
En esa perspectiva, el taller buscó evaluar los primeros resultados obtenidos, compartir los mapas, revisar las definiciones, detallar las diferentes clases de humedales a nivel nacional, y así asegurar zonas prioritarias para la conservación de humedales.
Como parte de la agenda, expertos nacionales realizaron presentaciones, expusieron sus experiencias y conocimientos. A la vez, participaron en mesas de trabajo para compartir sus contribuciones con énfasis en la conservación y gestión eficaz de los humedales.
Aguajales: el corazón de Loreto
Los aguajales son humedales muy valiosos para la región Loreto, ya que forman parte de un bosque de palmeras que son vitales para biodiversidad y el equilibrio ecológico brindando importantes servicios ecosistémicos como la regulación del ciclo del agua, captura de carbono, alimentación para poblaciones locales, entre otros beneficios
“De los 18 millones de hectáreas de humedales amazónicos peruanos 5.2 millones son aguajales, los cuales brindan una importante fuente de trabajo en la región Loreto”, sostuvo Denis del Castillo, director de investigación en manejo integral y servicios ecosistémicos del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), destacando el importante papel que cumplen los aguajales para el desarrollo de la región. “Gracias a los aguajales podemos mejorar la seguridad alimentaria de las poblaciones locales, promover oportunidades de bionegocios, fortalecer el empoderamiento de mujeres amazónicas, mejorar sistemas viables de tenencia de la tierra, entre otros beneficios.
Más humedales para Loreto
Continuando con la labor de conservación de humedales, Percy Natorce, de la subgerencia regional de Ordenamiento Territorial y Datos Espaciales del Gobierno Regional de Loreto, mencionó que actualmente la región se encuentra actualizando el mapa de humedales con potencial de turberas a través del apoyo instituciones aliadas. “La Gerencia Regional junto a la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) implementan, desde el 2023, el proyecto ProBosques y Humedales con el fin de elaborar actualización del mapa de humedales en la región que permita determinar con precisión su distribución y generar información para la toma de decisiones”.
Según el Mapa Nacional de Ecosistemas (2018), existen 18,797,987 hectáreas (ha) de humedales en el país, que representan el 15 % del territorio nacional. Ese espacio es ocupado por pantanos herbáceos, pantanos de palmeras (aguajales), bosque aluvial, manglar, bofedal y humedal costero. Coral Calvo, de la Dirección General de la Diversidad Biológica del Ministerio del Ambiente, mencionó la importancia de los sitios RAMSAR en el país y rol articulador que ejerce el Estado para la protección de humedales. “En la región contamos con el Complejo de Humedal de Abanico del río Pastaza con más de 3 millones de ha de extensión, uno de los sitios RAMSAR más grande del país. Nuestra labor es promover la conservación de humedales ejerciendo un rol concertador con diferentes instituciones del Estado”, señaló.
Asimismo, Calvo mencionó la importancia de instrumentos legales como el DS 006-2021 – MINAM para hacer frente a las principales amenazas a los humedales como extracción de turba, ocupación ilegal, degradación, así como fomentar financiamiento y asignar un rol claro y activo a los niveles subnacionales en la gestión y conservación de humedales.
Turberas: ecosistemas claves para enfrentar el cambio climático
Coral Calvo también resaltó la importancia de las turberas como “humedales que acumulan turba de manera natural y son estratégicas para la mitigación del cambio climático y la seguridad hídrica”. En esa línea, Jorge Solignac, docente de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana destacó el papel de las turberas amazónicas como “ecosistemas únicos con gran capacidad de almacenamiento de carbono y regulación del clima”. Señaló, además, algunos desafíos como conocer con mayor precisión su dinámica y distribución, promover la gestión sostenible de recursos y articular los conocimientos occidentales con los saberes indígenas para la conservación de las turberas.
Desde el Ampiyacu – Ampayacu
Royer Quevare, presidente de la Federación de Comunidades Nativas del Río Ampiyacu (Fecona), destacó el cuidado del agua que realizan 14 comunidades que viven en las cuencas de los ríos Ampiyacu y Apayacu, las cuales limitan con el Área de Conservación Regional Ampiyacu Apayacu en la región Loreto, establecida por el MINAM en el 2010.
“En la cuenca del Ampiyacu venimos trabajando con temas de conservación hace más de 20 años, implementando herramientas que han ayudado a mejorar la calidad del agua, permitiéndonos gozar de nuestros recursos y de un ambiente recuperado. De ella consumimos nuestros alimentos”, señaló.
Por su parte, Raquel Velásquez, del Comité Local de Vigilancia Pesquera Artesanal Pucaurquillo (Colovipa), resaltó las labores de vigilancia que vienen realizando para mantener un aprovechamiento sostenible de los peces de la cuenca. “Gracias a nuestro trabajo con los peces podemos gozar de alimentos no contaminados, para el futuro de nuestros hijos, para que también ellos gocen de tanta lucha que hemos tenido para que en el futuro tengan un buen alimento”, destacó. Asimismo, destacó el trabajo coordinado con el Gobierno Regional de Loreto e IBC. “Trabajamos con el Gobierno Regional de Loreto y con el IBC en el cuidado del ACR monitoreando, entre otras cosas, la calidad de agua para nuestros hogares y nuestras actividades económicas”.
Reconocimiento de humedales en el país
Erick García, de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), el marco normativo de la definición de humedales, así como criterios para su delimitación. En ese sentido, advirtió de la necesidad de cumplir con tres criterios para la definición de humedales relacionados con hidrología, suelos y vegetación. ”Un humedal se reconoce por ubicarse en una terreno inundado con sedimentos, además, tiene un color característico, suelos orgánicos y minerales, con plantas nativas de humedal, entre otras características”. Asimismo, precisó que se requiere una definición más operativa y diferenciada con respecto a otro tipo de ecosistemas relacionados con el agua como ríos, lagos, entre otros.
Bofedales altoandinos: humedales de altura para la seguridad hídrica
Luis Alberto Gonzales, del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), resaltó el papel del bofedal como importante hábitat de la vicuña y de muchas poblaciones de guanaco, que brinda alimentación durante más tiempo que otros sitios dentro del ecosistema andino. Por su parte, Marco Córdova, de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) destacó la importancia de un sistema de monitoreo para la evaluación de bofedales por medio de la observación terrestre.
En esa línea, José Fernández de Aquafondo ,mencionó que para identificar y clasificar los bofedales altoandinos, recopilan datos satelitales y validan información en campo. “Usamos la tecnología satelital e información cartográfica y también realizamos visitas a campo para recoger muestras de agua, vegetación y suelo.
El proyecto “Mapeo y diseño de un enfoque de conservación y gestión para los humedales amazónicos” es ejecutado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) y MapBiomas. Esta iniciativa regional busca poner a disposición del público en general información espacio-temporal de los humedales en los países amazónicos, e identificar áreas prioritarias de conservación para la incidencia en políticas públicas que contribuyan a la gestión y conservación de estos ecosistemas clave para la humanidad.
El IBC lidera la red MapBiomas Perú, trabajando en la generación de datos científicos que facilitan la toma de decisiones estratégicas para la planificación y prevención, contribuyendo así a la gestión eficaz de los ecosistemas en el país.
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