Por: Norka Peralta Liñán
Martes 8 de Febrero del 2011
Fuente: El Comercio
El
camino hacia la designación de la zona Ampiyacu-Apayacu, en las
provincias de Maynas y Ramón Castilla, en Loreto, como área de
conservación regional (ACR) ha sido largo e intenso. Se inició en
1998, cuando la población de la zona, compuesta principalmente por
boras, huitotos y ocaínas, dio la voz de alerta sobre la conservación
de sus bosques ante el ingreso a la zona de una compañía minera.
A
partir de 1998, refiere el antropólogo Richard Smith, director
ejecutivo del Instituto del Bien Común (IBC), empezó la labor por
preservar esta área. Según el Servicio Nacional de Áreas Naturales
Protegidas por el Estado (Sernanp), que nombró a la zona como ACR en
diciembre del 2010, se trata de una de las áreas más biodiversas en
especies de plantas del mundo: alberga 1.500 tipos de plantas. Además,
en dicho ecosistema habitan 207 especies de peces, 64 de anfibios, 40 de
reptiles, 362 de aves y 60 de mamíferos.
Otra
característica importante de esta nueva ACR radica en que las partes
altas de la cuenca del Ampiyacu y Apayacu son fuente de agua permanente
para mantener el hábitat de la fauna acuática, que constituye la
fuente principal de recursos alimenticios para las 16 comunidades
nativas asentadas en estas cuencas, sostiene el Sernanp.
TURISMO VIVENCIAL
Tras
12 años de gestiones, Ampiyacu-Apayacu logró la denominación como
ACR hace dos meses. La semana pasada, Richard Smith, quien visita la
zona desde hace 30 años, pudo llegar a esta junto a un funcionario del
Sernanp para dar a conocer formalmente a la población el logro
obtenido, que les permitirá trabajar de manera coordinada con el
Gobierno Regional de Loreto en la protección del lugar.
Si
bien el turismo en la zona es incipiente, Smith asegura que esta
actividad tiene un enorme potencial. Los boras y huitotos realizan
ferias de venta de las artesanías que realizan con fibra de chambira
(palmera) cuando los turistas arriban a sus comunidades. Por lo general,
los viajeros paran en los pueblos que se asientan en las orillas del
Ampiyacu, pues la navegación de este río forma parte de los tours en
cruceros que se realizan durante varios días por el Amazonas.
Otra
actividad diseñada para los ocasionales turistas es la visita a las
malocas (casas comunitarias) de algunos pueblos, para observar allí los
diversos ritos que realizan en torno a su cosmovisión y forma de vida.
PARA TENER EN CUENTA
El
área de conservación regional Ampiyacu-Apayacu tiene más de 433 mil
hectáreas, pero los tours a la zona se dan principalmente hacia el río
Ampiyacu, donde se realizan la observación de aves y visitas a las
comunidades boras y huitotos. Desde Iquitos, toma unas cuatro horas
llegar a Ampiyacu si se va en una lancha con motor fuera de borda. La
otra opción son los barcos turísticos, a los que comúnmente se los
llama cruceros. Puede tomar entre 12 a 48 horas llegar a Ampiyacu.
Para saber más sobre estos tours visite www.amazonrex.com en la que se ofrecen cruceros de siete días y seis noches por el trapecio amazónico. Otra opción se encuentra en www.go2inkas.com
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