Comunidades colindantes al ACR Ampiyacu Apayacu apuestan por el manejo forestal comunitario para conservar sus bosques

Teovaldo Vasquez Pineda, de la comunidad nativa Brillo Nuevo

[:es]

Desde el 2013, las comunidades nativas de Brillo Nuevo, Nuevo Porvenir y Yanayacu vienen aplicando exitosamente mecanismos de manejo forestal comunitario sobre un área de más de 29 mil hectáreas de bosque de una importante riqueza forestal. Esta experiencia, que se sustenta en prácticas tradicionales de uso forestal maderable y en acuerdos de trabajo comunal rotativos, ha demostrado ser el camino para conservar los bosques y mejorar la calidad de vida de las comunidades.

Las comunidades mencionadas realizan el aprovechamiento forestal maderable a través de Planes de Manejo y/o Permisos Forestales otorgados por la autoridad competente. De forma complementaria, han creado 13 comités de vigilancia para proteger el recurso que aprovechan los grupos de manejo forestal comunitario y que son reconocidos por la Gerencia Regional de Desarrollo Forestal y Fauna Silvestre (GERFOR) y la Autoridad Regional Ambiental (ARA), del Gobierno Regional de Loreto.

Gracias a esta actividad, se ha logrado frenar la tala ilegal en el ACR Ampiyacu Apayacu y las comunidades pueden realizar el aprovechamiento forestal maderable de manera sostenible.  Para las comunidades, la extracción de madera es una actividad económica importante que les permite obtener modestos ingresos monetarios para atender a las necesidades básicas y asegurar la alimentación de sus familias. 

Algunas especies de interés para la comunidad o que tienen valor comercial, dentro del área destinada para el aprovechamiento anual, son el almendro, el cachimbo colorado o el copal. Las especies forestales maderables que se comercializan están autorizadas por la autoridad regional forestal y cumplen con el diámetro mínimo de corta. 

Asimismo, son las comunidades las que definen la lista de especies a comercializar según sus posibilidades de venta y conforme al potencial del bosque.  “Gracias a los censos, se definen los árboles que pueden ser aprovechados y los que deben ser protegidos, como semilleros o árboles padres, para asegurar la regeneración de las especies”; explica Ana Rosa Sáenz, coordinadora del Programa Putumayo Amazonas del Instituto del Bien Común (IBC).

Saénz explica que el IBC apoya a las comunidades con la transferencia de capacidades sobre el uso de equipos, como GPS, brújula, drones, y en la aplicación de técnicas ambientales como tala dirigida, selección de árboles semilleros, manejo de la regeneración natural, cubicación de madera rolliza y aserrada, inventarios y censos forestales y registro de la producción de madera en trozas. Añade que esta experiencia de manejo comunitario es parte de un modelo de ordenamiento territorial y gobernanza participativa que viene impulsando el IBC en Loreto a través del establecimiento del Gran Paisaje Indígena Putumayo Amazonas.

 

Alberto Bermeo Tuesta, técnico especialista del IBC.

[:]